Sin sueño
Otra noche sin sueño, con más ganas de dormir que nunca pero sin sueño, quisiera dormir para empezar otro día con mucho optimismo sin ver lo que me falta, a quien no tengo a mi lado ni los problemas que me quieran molestar.
Caminando por Lima uno puede ver de todo, ¿te ha pasado algo como esto?
Otra noche sin sueño, con más ganas de dormir que nunca pero sin sueño, quisiera dormir para empezar otro día con mucho optimismo sin ver lo que me falta, a quien no tengo a mi lado ni los problemas que me quieran molestar.
Estoy casi listo para salir a trabajar como todos los días, ha llovido... error, aun sigue lloviendo, hasta que el invierno termine de convencerse que es primavera no puedo descuidarme, pero ocurre que al medio dia sale sol y el bochorno puede mantenerse hasta la noche, lo que me haria sudar frio y enfermarme más.
Anoche sólo quería llegar a mi casita y dormir, desgraciadamente aun había que recorrer las siete cuadras desde el paradero más cercano hasta mi casa, pero no había otra; el aire tiraba la garúa con fuerza sobre mi cara, pero no me doblegué, ajusté la cuerda de mi capucha para que no siga entrando el aire sin importarme si parecía más piraña (aunque a esa hora me conviene) y levanté la cara... a mitad de cuadra había un bulto pegado a la pared, eran muchos trapos envueltos que poco a poco fueron mostrándome a alguien que estaba en la misma lucha contra el frío que yo, sólo que él la libraría toda la noche, yo estuve diez minutos después debajo de mi colcha con la puerta y la ventana bien cerrada, no lo merezco.
Solo faltan quince minutos, nadie sabe cuánto quiero irme de acá, mis manos están heladas por la ventanita que nunca cerrará bien, los expedientes en mi escritorio parecen condenarme a un arduo trabajo que tarde o temprano tendré que hacer... me llama mi jefa... que suerte, más expedientes... la secretaria que no me quiere dar la dirección para entrar al messenger desde acá (porque nos acaban de bloquear la ultima pagina que descubrimos) comenta que ya casi es salida, la gente empieza a irse al baño a arreglarse para quien sabe qué, en realidad solo hacen hora porque al igual que yo no quieren trabajar, risas por aquí, música por allá... otra persona vuelve a mencionar la hora, yo solo quiero irme porque no aguanto este dolor de cabeza que me da cuando empiezo a pensar en mas de dos cosas a la vez (si las dos cosas fueran laborales me sentiría mejor)... el baño parece buen lugar para que pase el tiempo, pero ya me ganaron y algún ingeniero que conozco se ha encerrado en uno de los compartimentos y está fumando un Marlboro (mejor me voy antes que se me pegue el olor); ya sé, haré una llamada en el teléfono público del pasadizo de al fondo, eso me dará unos cinco minutos más... saludos a la izquierda, una sonrisa a la derecha... qué bonito paisaje hay desde esta ventana... ¿a quién llamo?... bueno, faltan dos minutos, la computadora tarda eso en apagar, asi que mejor me ahorro la llamada, chau.
El fin de semana pasado fue un cumulo de emociones, marchas y ceremonias solemnes por fiestas patrias; a dos cuadras de mi casa, en la Av. Brasil, se apostaron todos los vehiculos blindados que desfilarian en la clasica parada militar el sabado 29; como ya lo habia visto el año pasado, todos estaban impecablemente pintados de verde, pero este año hubo una diferencia, el publico se podia subir a los jeeps, tanques y motos sin ningun problema, eso hacia revivir cierto amor y orgullo por el pais en que nos toco nacer... tambien me recordo a cuando era niño y jugaba con los cachaquitos de plastico y canicas, pero esa es otra historia.
Apoyo la buena causa de salvar la vida de Lay Fun, el perro que mató a un hombre que se metió a un lugar privado para robar, porque el perro solo estaba protegiendo su hogar, no estaba suelto ni tenia rabia asi que seria injusto castigarlo por lo que hizo, claro que tambien lamento la muerte del ladrón (sea lo que sea, es una persona);.... pero lo que me dejó con la boca abierta una vez más, al ver la tele, fue ver cómo habían vestido con traje de novia a una perrita que caminaba con un letrero que decía "Yo soy la firme".
Dicen que los militantes del nuevo gobierno entrarán como canivales babeando por su presa, con lanzas en una mano y con su curriculum en el otro, que agarrarán el primer escritorio que encuentren al estilo del juego de las sillas y que harán el mismo disparate que hicieron en el gobierno pasado. No lo creo.